Al ir a Milan, algo tenía claro que tenía que comer en Be
Bop, Be Bop es como el Da Nicola de Milan el primer restaurante de la ciudad
que empezó a preocuparse en ofrecer comida para celiacos. Así que aunque había
muchas opciones apetecibles me decanté por un clásico del mundo sin gluten en
la ciudad de la moda, que está situado en la zona Navigli.
Al llegar nos encontramos un restaurante muy cuidado, con un ambiente
muy romántico, luz tenue, iluminado con velas, os recomiendo reservar porque se
llena, y así podéis pedir que os sienten en el jardín que es precioso y hace
del establecimiento un sitio especial.
De primeras, parece un establecimiento caro, pero cuando ojeas su carta puedes ver que es todo lo contrario, nos salió bastante bien de precio, y eso que tomamos postre.
Todas las pizzas las preparan sin gluten, y para que veáis lo
que me gusto, que a pesar de ser enorme pude con toda la pizza. Realmente buena,
un masa muy fina y riquísima, nada que ver con las que nos ofrecen en España.
Las pizzas están clasificadas en tradicionales, particoli
(más creativas), nuevas propuestas (una más originales que las anteriores), Ligeras
(sin mozzarella) y Sin tomate con base de queso.
De postre me pedí un tiramisú, me esperaba un postre casero,
pero era el tiramisú congelado de schar, pero estaba bueno y que tengan postres
siempre es de agradecer.
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