Ruta gastronomica sin gluten por Asturias

Hemos aprovechado el puente para hacer las maletas y visitar la verde Asturias, sus paisajes, sus playas, su montaña, y por supuesto su gastronomía sin gluten.

Hemos disfrutado como unos enanos de la gran variedad de restaurantes, bares y pastelerías que hay para los celiacos en Asturias. Es un lugar turístico muy recomendable para visitar si eres celiaco.

Como siempre antes de visitar cualquier ciudad nos informamos de la oferta gastronómica que hay para los celiacos, a través de la asociación del principado de Asturias, foros, www.celiaquitos.com, conocidos celiacos, etc

Nuestro primer destino gastronómico fue en Ribadesellas, nos sorprendió la cantidad de restaurantes que había para celiacos que participaban en el:

Plan Ribadesella celiacos

Nuestra primera parada fue en el restaurante el Xico C/ López Muñiz, 9, nos extraño no ver el distintivo del Plan Ribadesellas Celiacos en la puerta y antes de sentarnos preguntamos, y nos dijeron que ya no ofrecían menús sin gluten y que se tenían que borrar de la lista, únicamente podían adaptarnos su menú, es decir podíamos pedir un filete a la plancha y una ensalada. Para eso decidimos irnos a otro restaurante, porque lo que nos hacía ilusión era comer algo típico asturiano que normalmente no podemos comer fuera de casa.

Fuimos a Casa Abelardo, y nos lo encontramos cerrado, pero con pinta de llevar mucho tiempo cerrado, por lo menos la propaganda y las cartas las tenía amontonadas en la verja.

En la misma calle había otro restaurante para celiacos, el Llagar, C/ Manuel Caso Villa 1, así que nos fuimos directos, la camarera nos explico con mucha seguridad que ofrecían menús sin gluten, nos enseño la carta en la que indicaban con un asterisco los productos aptos para celiacos.

Se me hizo la boca agua al ver que había fabada asturiana para celiacos, así que no lo dudamos y nos pedimos una fabadita, pregunte ochenta veces que chorizo y que morcilla usaban, pero antes de preguntar que pimentón usaban salió la dueña que es celiaca, y me quedé tranquilísima cuando nos explico que todo era sin gluten, incluso rebozaban algunos platos con maicena para que no hubiese contaminación cruzada.

Al ver que la cocinera era celiaca, me limite a comer y a disfrutar de la comida asturiana, la primera fabada que como fuera de casa sin gluten, ¡¡una gozada!! No tengo palabras suficientes para explicar lo buena que estaba, bueno ya lo veis en la foto … eso si los gases salen igual seas celiaco o no.

Sin lugar a dudas os recomiendo este sitio, es pequeñito, así que si vais os aconsejo reservar a nosotros nos toco esperar un poquito, pero merece la pena, comida casera y de calidad.

Al día siguiente fuimos a Oviedo, visitamos el casco antiguo, la Catedral, la muralla, la calle de Fernando Alonso, la calle gascona para tomar unas sidras … y muy cerquita de allí paramos en la pastelería Camilo de Blas (C/ Jovellanos 7), no tiene ningún acuerdo con ninguna asociación, pero nada más entrar vimos que los pasteles y tartas sin gluten los tienen en una cámara refrigeradora a parte, nos explicaron que los hacen en otros hornos, y nos los sirvieron con unas palas diferentes a las que usan para los productos normales, no nos pudimos resistir la tentación de tanto dulce, de fresa, tres chocolates, avellanas, los típicos carballones, etc

Madre mía, ¡qué bueno estaba todo! Todavía me estoy chupando los dedos, nunca había probado nada tan exquisito. Si sois muy golosos como yo os lo recomiendo como visita obligada a Oviedo. Sin duda es el paraíso sin gluten.

Otra parada obligada para cualquier celiaco por Oviedo es el Llagar del Titi y la Nozana, no teníamos tiempo suficiente para ir a los dos, por lo que al final nos decantamos por la Nozana, nos lo recomendaron varios celiacos así que no nos lo podíamos perder. Reservamos antes de ir porque ya nos habían avisado que se llenaba y no es de extrañar, la comida estaba exquisita.

Es un restaurante principalmente de carnes a la brasa, pero hay pescados, carnes con salsa que nunca podemos comer fuera de casa, hay calamares y croquetas sin gluten, pan y postres de Adapan. Nosotros pedimos croquetas, setas con cabrales, escalopines de cabrales, tarta de chocolate…. ¡Nos pusimos morados! El postre no me gusto mucho, pero el resto estaba buenísimo. El camarero encantador y muy atento en todo momento, en seguida cuando dijimos que éramos celiacos, nos quito el pan, los platos y los tenedores y nos los puso nuevos. Nos erxplico que todo se freía en sartenes diferentes para los celiacos, con aceite nuevo. Comimos con mucha tranquilidad, se notaba que sabían lo que era un celiaco.

Nos salió algo caro, pero porque nos pasamos pidiendo comida, parecía que era la primera vez que comíamos fuera de casa. Fue difícil decidirnos ante tanta variedad en la carta sin gluten. Pero sin duda mereció la pena, lo pongo en mi lista de mejores restaurantes sin gluten.

El martes como hacia bueno aprovechamos para visitar los lagos de Covadonga y el Monasterio, perdimos toda la mañana disfrutando del paisaje así que nos fuimos directamente a comer a Cangas de Onis, habíamos reservado en un restaurante para celiacos, El Molin de la Pedrera, el sitio esta fenomenal, algo pijin y los platos algo caros, los 25 € por persona no te los quita nadie pidiendo solo un plato con bebida y postre, pero comimos fenomenal, a mi me había gustado tanto la fabada del Llagar y los escalopines de la Nozana que repetimos y pedimos algo similar, Fabes con almejas, muy buenas, y escalopines con cabrales, muy rico pero el plato era más abundante y más rico el de la Nozana. 

Lo mejor el postre tenían tarta de queso al horno, y tarta de manzana sin gluten!!

Con tanto cabrales, decidimos ir al pueblo y visitar el museo del cabrales para ver como se hace este famoso manjar. ¡¡Que rico madre mía!! Y yo que pensaba que el cabrales no lo podíamos.

Por el momento nuestra ruta gastronómica por Asturias va fenomenal, nos quedamos hasta finales de semana, así que esperamos poder disfrutar mucho mas y poder compartir con vosotros nuestros descubrimientos culinarios gluten free.

¡Celiaquitos nos vemos por Asturias!