Hemos aprovechado el puente y hemos hecho las maletas, destino Manchester.
La verdad es que en si no tiene mucho que ver, es una ciudad que creció mucho por la revolución industrial, y no hay más que antiguas fabricas, canales, y tiendas. Pero tenemos unos amigos viviendo ahí y de vez en cuando hay que ir a verles.
Aunque ya hare un post de nuestra experiencia sin gluten en Manchester, nada fácil por cierto, no puedo contenerme sin contaros la gran desilusión que me lleve en el Starbucks.
Ya os lo he comentado un par de veces, de nuestros viajes a Inglaterra lo que siempre me ha gustado más es que hay bollos sin gluten en el Starbucks.
Me he hecho hasta fan del grupo del Facebock que pide que ofrezcan también en España bollería sin gluten y les he escrito un par de cartas contando mi experiencia en Londres y la gran ilusión que me haría que en España también pudiésemos disfrutar de su comida los celiacos.
Pero bueno eso era antes, ahora estoy tan desilusionada que prefiero que no los traigan para no caer en la tentación, os cuento…
Manchester y Liverpool las dos ciudades en las que hemos estado están llenas de Starbucks, en cada esquina hay uno, así que nuestra primera parada fue en un Starbucks para comprobar si vendían el brownie de chocolate gluten free, que tanto me había gustado, y con el que me había alimentado en nuestro último viaje, y si hubo suerte no son sólo en Londres parece ser que en toda Inglaterra los hay.
Cuando los vi en el mostrador con el cartelito de Gluten Free me emocioné, me puse a la cola, y medite si llevarme todos los que tenían o ser moderada, menos mal que me decante por esto último,… supe controlarme y me pedí dos, uno para comérmelo ahí y otro para comerlo en casa y recordar lo bueno que estaban.
Y si buenos están, pero cuando los pedimos el que nos atendió cogió un plato y puso una muffins con gluten (que habíamos pedido también, pero que no era para mí) luego con las mismas pinzas contaminadas fue al brownie para poner en el mismo plato mi bollito sin gluten.
Casi nos da un ataque al corazón al verlo, le gritamos que no, y le explicamos que lo pusiese en platos diferentes, por el tema del gluten, no le hizo mucha gracias, más bien nos miro con cara de estar pensando que éramos unos histéricos, pero nos lo puso en dos platos. Eso si uso las mismas pinzas, las mismas que su compañera anteriormente había usado para atender a otro cliente que había pedido otro bollo con gluten.
Me fastidiaron mis brownies, se me quedo una cara que debía dar una pena tremenda, con la ilusión que me hacia… Hacen bollos sin gluten, y luego no tienen el más mínimo cuidado con la contaminación cruzada.
Tengo que reconocer que las otras veces, estaba tan emocionada con poder comerme un brownie en el Starbucks que ni me había fijado. Y me puse mala, yo pensé que había sido por otra cosa, pero a lo mejor esto influyó.
Así que después de mucho meditarlo, cuando ya estaba en Madrid cogí mis bollitos, les corte el borde, que supuestamente había tocado las pinzas harinosas con gluten, y me lo comí. Me siento culpable, no tenia que habérmelo comido, porque yo soy especialmente sensible, y las tonterías estas las noto…
Y lo note, no me puse malísima, pero me dio un poco de colitis a las 3 horas de haberlo comido. Desgraciadamente soy muy sensible al gluten.
¡¡Qué pena más grande!! Con la ilusión que me hacia… Ahora es peor, porque sé que lo venden pero no puedo comerlo, porque no ponen el más mínimo cuidado, así que es como si llevase gluten.
Yo que se lo he contado a todos los celiacos que conozco para que fuesen, menudo consejo más malo he dado.
Es lo que tienen las grandes multinacionales, se piensan que con ofrecer un menú sin gluten es suficiente, y no tienen en cuenta el resto de factores igual de importantes, la contaminación cruzada, los aceites limpios, los utensilios de cocina exclusivos para productos sin gluten, etc.
Luego pensándolo tranquilamente me entraron mil dudas, aparte de usar las mismas pinzas, lo ponen en el mismo mostrador al lado de bollos con gluten, ¿limpiaran el mostrador antes de ponerlo?, o lo pondrán encima de las migas de los bollos que hubiese antes y los moldes con lo que lo meterán al horno, ¿serán los mismos? la forma por lo menos es la misma,… prefiero no darle más vueltas, este tipo de comida creo que hay que comerla solo en sitios especializados en nosotros, donde el riesgo sea mínimo.
¡¡¡Que decepción más grande me he llevado!!!
Que me pase una cosa de estas, después de llevar 32 años siendo celiaca… No sé cómo he podido fiarme, pero la ilusión me pudo.
Yo solo os lo cuento para que vosotros decidáis si ir o no ir, a lo mejor pensáis que soy una exagerada, pero a mi estas tonterías me sientan fatal, tengo un radar en mi cuerpo que identifica el mas mínimo gramo de gluten, y no me puedo permitir fallos de este tipo en mi dieta. ¡qué pena!
Por supuesto ya esta enviada la cartita de queja a Starbucks y la Asociación de Celiacos de Manchester. Porque para esto, es mejor que no ofrezcan nada, si no hay garantías no queremos comida gluten free, porque no lo es.