Una de las
cosas que más me gusta de ser celiaca, es que cuando viajas descubres sitios
que de otra manera no iríais.
Eso es lo que nos pasó la semana pasada en Valencia, cuando fuimos exclusivamente al barrio de Ruzafa, porque no podíamos irnos de Valencia sin conocer CeliaCruz.
Mas información aqui Habíamos oído
hablar maravillas de ellos, y no es para menos, es la cafeteria-pasteleria que todos soñaríamos con tener debajo de casa
para poder ir a desayunar, merendar con los amigos o simplemente a comprar el
pan.
Una cafetería con su proprio obrador 100 % libre de gluten, donde todo se hace artesanalmente.
Guillermo y su equipo fueron encantadores y nos invitaron a entrar en la cocina
y nos enseñaron cómo todo es elaborado
por ellos, desde la mermelada para las tostadas hasta moler la harina que utilizan. ¡Impresionante!
Una autentica
gozada para el gusto y los sentidos.
Solo
los celiacos sabemos lo que se siente al encontrar un establecimiento así
como CeliaCruz, es una sensación de absoluta felicidad el no tener que
preocuparte por el gluten, el no tener que preguntar que lleva cada cosa o como
lo han hecho, porque todo lo podemos
comer.
Y si a esto le añades que esta todo exquisito y que los
precios son muy asequibles, nada que ver con las precios
desorbitados a los que estamos acostumbrados, creo que os he dicho todo para
que simplemente os limitéis a ir, y
disfrutar de sus delicias en un cuidadisimo local decorado con el más mínimo
detalle, que invita a sentarte y pasar un rato agradable leyendo la prensa,
compartiendo un trozo de tarta con los amigos o charlando con Guillermo el propietario
celiaco y creador de este paraíso sin gluten.
Aquí no solo
puedes desayunar o merendar una deliciosa tarta como la de chocolate, almendra
y ron que me enamoro, (ver fotografía), tomar una muffin, una magdalena; si vas
el domingo puedes disfrutar de su Bruch 100% sin gluten, porque también tienen
cosas saladas: quiches, pizzas o empanadillas, doy fe que las empanadillas están
de muerte, no pudimos resistirnos y nos pedimos una de cada, con la intención
de comerlas al llegar a Madrid, pero estaban tan ricas que no sobrevivieron al
viaje y cayeron todas antes de llegar a casa. La de sobrasada y queso estaba
espectacular.
Y lo más
curioso, y quizás lo que lo hace mas singular, es que no hay ningún logo que lo
diferencie como establecimiento "especial", no hay ninguna pegatina
que lo distinga como local Certificado por ACECOVA, (que lo está), es un local
más del barrio de Ruzafa en el que más de uno entra a desayunar y no sabe que
la maravilla que está consumiendo es sin gluten. Esta "normalidad" que
ha conseguido Guillermo hace que Celiacruz sea todavía más entrañable, porque
te sientes "normal".
Solo hay un logo de la espiga en la puerta que
separa el local de la cocina, que a penas se ve, y que solo apreciamos los
celiacos que tenemos activado el radar celiaquil las 24 horas del día. Que
exista un paraíso así es un sueño, al que yo por lo menos estoy deseando
volver.
A mi así también me gusta ser celiaca pero en Zaragoza no hay nada que se le parezca a CeliaCruz. Disfrutadlo Valencianos porque no sabéis lo que tenéis!!
ResponderEliminarLa verdad es que tienen mucha oferta para celiacos en Zaragoza! Da gusto encontrar sitios asi
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