Eso es lo que sentí cuando comimos en la Parrilla Cuarto y Mitad.
Comimos muy a gusto y tranquilos como si estuviésemos en casa. Se notaba que sabían lo que hacían y que ponían especial cuidado con los celiacos.
Lo vi claro, desde que me trajeron el pan, normalmente te lo traen semicongelado y no hay quien se lo coma, aquí me lo trajeron calentito, recién tostado a la brasa, justo en su punto y así el pan sin gluten está hasta bueno. Además acompañado con salsas caseras que hacen ellos mismos, que le dan un punto especial.
Como bien indica su nombre, están especializados en carnes a la brasa, me sorprendió que no hubiese un pescado o algo alternativo para los que no les gusta la carne, siempre en todas las familias hay un “rarito” que le apetece pescado en un sitio de carnes.
Puedes elegir el tamaño de la carne, el tipo de carne y cómo quieres que te lo hagan. Asi que comes al gusto, de precio puede parecer caro, pero teniendo en cuenta la calidad de la carne está en línea con lo que suele costar. Realmente estaba exquisita.
Para acompañar la carne, de entrantes prácticamente toda la carta, como podéis ver en la fotografía, es sin gluten: verduras a la brasa, ensaladas, espárragos trigueros, tortilla de patata, … había poquitos platos con gluten el salmorejo y poco más.
Los postres también eran sin gluten, porque lo elaboran todo ellos mismos con maicena, salvo la tarta al whisky que la compran fuera para que no haya contaminación cruzada; yo no pude comer postre porque todo llevaba lactosa, por lo que no puedo deciros como estaban, pero la opción para los que sois sólo celiacos está y se agradece.
En definitiva, un lugar que nos encantó y al que volveremos seguro. ¿lo conoces? Cuéntanos tu experiencia en Celiaquitos.com
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