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30 de abril de 2011

Teruel sin gluten: Restaurante Venecia

 
Hemos pasado unos días por la Ciudad de los Amantes de Teruel, nos hemos recorrido sus calles acompañados por los tambores que nos recordaban la Semana Santa, hemos visitado su magnifica Catedral, la Torre del Salvador y por supuesto el Mausoleo de los Amantes de Teruel; también hemos aprovechado para pasear por el precioso pueblo de Albarracin, y bajar bajo tierra para visitar las minas de Escucha.
Y como en todos en nuestros viajes, hemos disfrutado de la gastronomía sin gluten de la zona. Como siempre antes de ir, nos informamos en las Asociación de celiacos de Aragón, en foros y blog de viajeros sin gluten. Una vez que teníamos toda la información empezó nuestra Ruta gastronomita por Teruel sin gluten.


Teruel es pequeñito, se recorre en menos de un día, asi que como es de imaginar hay pocas opciones para los celiacos, aunque no está nada mal. Teníamos los tradicionales paradores y un par de restaurantes.
Nuestro primer intento fue en el Mesón el Ovalo, ya que nos lo habían recomendado otros celiacos, está justo en el Paseo del Ovalo, llamamos para confirmar que servían platos sin gluten, pero al hacer la reserva justo el día que teníamos planificado quedarnos en Teruel capital cerraban por descanso (el lunes), así que nos quedamos con las ganas de ir; no obstante como está en el centro nos acercamos y vimos en la carta que indican que adaptan sus platos para los celiacos (ver fotografía).

Buscamos una segunda opción, llamamos al Restaurante Venecia, también está muy céntrico (C/ Santa Cristina) al llamar nos confirmaron que adaptaban sus platos para los celiacos, asi que reservamos para ir a comer allí, ya que este restaurante aparecía en la pagina de la Asociación de Celiacos de Teruel y nos daba confianza.

Al llegar, antes de entrar vimos que en la puerta había una pegatina con el logo de pan sin gluten. Así que entramos con mucha expectación.
Nada mas sentarnos avisamos que éramos celiacos, vinieron a tomarnos nota en dos ocasiones, y a las dos camareras les preguntamos de las opciones de la carta cuales eran aptas para los celiacos; las dos nos contestaron lo mismo que ahora venia Alberto y nos decía. Damos por supuesto que el tal Alberto es el encargado de los celiacos, por llamarle de alguna forma para que nos entendamos todos.

Vino Alberto y empezó plato por plato a decirnos con mucha “seguridad” cual podíamos comer.

El primer plato del menú era ensalada de fresas con yogurt, tenia una pinta, que yo tenia claro que si superaba el filtro de los ingredientes me lo pedía, Alberto nos dijo que lo pidamos comer, indague un poco más y le preguntamos que llevaba exactamente: fresas y una crema con yogurt y nata. ¿nata? … le pregunte que tipo de nata, su contestación fue “ahhhh no podéis todas las natas”, pues no, le conteste yo, las natas liquidas no las podemos todas pero las de montar si, por lo menos eso es lo que me dijeron en la asociación al ultimo curso de cocina que fui. No sabia qué nata era, y aunque la supiese no me iba a fiar.

Ante esto, como os podéis imaginar no me quedé nada tranquila, me recomendó que me pidiese platos sofisticados con salsa de trufas y cosas raras, pero después de ver lo de la nata en la ensalada de fresas con yogurt, pues ni me plantee el arriesgarme, a saber con que habían hecho la salsa de trufas.

Así que me decidí por algo sencillito a la plancha, él me insistió en que me pidiese una ensalada de primero, pero que queréis que os diga, no hay cosa que me cabree más que pedirme una ensalada en un sitio teóricamente para celiacos, porque eso me lo pido en cualquier sitio, sin necesidad de tener que ir a este tipo de restaurantes ni explicar que soy celiaca.
Tengo que reconocer que me puse de muy mal humor. Me joroba muchísimo que me pase esto en un sitio que se supone que saben lo que es un celiaco. ¿Por qué sino porque aparece en el listado de restaurantes de la Asociación de Aragón?.
Con estas cosas se me quitan las ganas de salir a comer fuera de casa.

Pero al margen de esto, tengo que reconocer que comí una lubina a la plancha riquísima con patatitas cocidas, porque fritas no me las quiso hacer. Sinceramente no me apetecía pedirme esto, pero era lo único que ví que no tenía ningún tipo de riesgo de contaminación cruzada, ni equivocaciones. Y prefiero comer tranquila.

Ante la duda es mejor no arriesgarse.


Lo único bueno que le vi al restaurante, es que comí con pan sin gluten. Realmente rico. También había cerveza sin gluten, pero no la pedí porque no me gusta. Pero por el resto es como cualquier otro restaurante, que con buena voluntad, pueden adaptarnos sus platos, o hacernos algo a la plancha que podamos comer sin problemas.

No queremos extendernos mucho más, para no aburriros, así que dejaremos para la próxima semana la segunda parte de nuestra experiencia sin gluten en Teruel. (Que fue mucho mejor que esta  ).

No nos vamos antes sin recordaros que si conocéis este restaurante os agradeceríamos que compartieseis vuestras experiencias con nosotros, bien a través de nuestro blog, o en la página de http://www.celiaquitos.com/

Así nuestra experiencia le servirá a otros celiacos que visiten Teruel.



























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