De revisión de la celiaquia

Esta semana he pasado lo que yo llamo la ITV, es decir la revisión médica anual de la celiaquía.

Cuando estoy en la sala de espera, siento que no han pasado los años,  siguen los mismos dibujos en las paredes, las mismas enfermeras desde hace mas de 30 años llamándote por megafonía, el mismo olor a hospital,… la verdad es que he pasado tanto tiempo entre esas paredes, hasta que supieron que era celiaca, que me siento casi casi como en casa; lo único que cambia es mi expediente que cada vez está más gordo y que me recuerda que aunque yo no lo considere así, me guste o no soy una enferma crónica, que le toca ir a la ITV anualmente para controlar que todo sigue su curso.

Es en las pocas situaciones en las que soy consciente de mi enfermedad, aunque yo no lo viva como tal, y la verdad es que me pone de muy mal humor, porque si estoy bien no sé porque tengo que ir, pero bueno es lo que hay, así que protesto como si tuviese 5 años y me siento en la sala a esperar que me llamen.

Posiblemente ese sea el motivo por el que todavía a estas alturas de mi vida mi madre me siga acompañando a la revisión, es al único médico que me acompaña y creo que tendré 50 años y seguirá viniendo conmigo; detalle que se agradece pero que me cabrea todavía más, porque no me deja hablar, sabe mejor que yo que he comido, que me ha sentado mal, … ¡me pone de muy mal humor! Porque se lo inventa, pero sobretodo porque le dice cincuenta mil veces al médico que “soy la que mejor hace la dieta del mundo mundial”, pero es lo que tienen las madres que para ellas siempre somos los mejores.

Al margen de esta anécdota familiar, este año he ido bastante preocupada a la revisión, porque aunque mi madre lo primero que le dijo al médico por supuesto es que “seguía siendo la que mejor hace la dieta del mundo”, yo pude intervenir y comentarle que este año no había sido uno de mis mejores años.. Me he puesto mala en varias ocasiones, porque aunque siga una dieta estricta, me he fiado de la gente, que con su buena voluntad te invitan a comer, y aunque compren todo en Mercadona, pues siempre hay un aceite sucio, un tenedor que usan sin darse cuenta para remover dos platos diferentes a la vez… bueno que os voy a contar que no sepáis!

Pero o vivimos en una burbuja, y nos aislamos de la vida social, o nos toca de vez en cuando arriesgarnos y limitarnos a comer ensaladas y filetes a la plancha, porque por mi experiencia cuando se arriesga mas de esto, la fastidian; y el que la paga eres tú, con una colitis de caballo, por lo que no merece la pena.

Así que nada, le desvele a mi doctora que no soy la mejor celiaca del mundo, por mucho interés que mi madre ponga, y le sorprendió porque las analíticas estaban bien.

Ante lo cual me pregunto ¿de qué sirven estas analíticas? Si las trasgresiones no se detectan.

Literalmente me dijo, que hay celiacos que son muy sensibles (mi caso) y que se ponen malos al mínimo gluten que ingieran, pero que estas pruebas si tomas menos del famoso 20 ppm no se detecta.

Por lo que en mi caso en concreto, que solo ingiero gluten de forma involuntaria y posiblemente sea menos del 20 ppm, las pruebas no detectan nada.

Así que si antes pensaba que no servía de nada hacerse una revisión anual, ahora estoy todavía más convencida. Porque mis analíticas estaban bien, y os puedo asegurar que este año no he estado bien, mis dolores de tripa han sido constantes y cada vez mas fuertes; y las diarreas pues bastante frecuentes…

Por lo que me he prometido a mí misma, que no vuelvo a perder el tiempo, sé que es una vez al año, y no me cuesta nada; pero me parece una tomadura de pelo ir simplemente para que me toquen la tripa y me digan que estoy bien, cuando llevo un año que telita…

No sé qué os parecerá.