Ayer teníamos una cita importante: El Festival del Celiaco, llevo 29 años yendo y por supuesto este año no podíamos faltar.
Siempre me emociona ver la cantidad de celiacos que vamos, cada año somos más, y me da la sensación que como sigamos a este ritmo, dentro de poco ni entraremos en el Pabellón de la Casa de Campo.
Todavía recuerdo aquellos primeros festivales en el Instituto Ramiro de Maeztu, no había ni castillos hinchables, ni talleres,… apenas entrabamos unas 100 personas y ahora superábamos las mil y con infinidad de actividades para los mas peques.
Como todos los años, me volví loca comprando en cada stand: palomitas de colores, Palmeritas de Mana, Magdalenas de Sense Gluten, Panini de Proceli…
Hice la cola enorme para la bolsita de Schär y con la mala suerte que cuando nos toco se habían acabado,… para rematar nos fuimos al Stand de Telepizza con unas ganas enormes de probar la nueva pizza Barbacoa, y solo quedaba la de 4 Quesos,… Llegue a la conclusión que éramos demasiados, y que el próximo año no podía apurar tanto, tenía que ir la primera y con el carrito de la compra, como hacían muchas madres, para coger un buen cargamento de productos sin.
Pero con lo que más disfruté del festival es viendo a los pequeños celiacos como juegan en los castillos hinchables, cómo se les quedaban los ojos como platos viendo al malabarista; cómo se pegaban por coger los caramelos que tira Papa Noel desde el escenario, cómo se comen ilusionados las magdalenas sin gluten que vienen en la bolsa de la merienda, algunos antes incrédulos les preguntan a sus madres si pueden comerlas … Otros celiacos (no tan pequeños) disfrutamos con la cerveza “sin”.
Pero sobre todo me emociono al ver cómo vamos evolucionando festival tras festival, posiblemente debido a que cada vez somos más, y que cada vez tenemos más fuerza para conseguir que nos tengan en consideración, cada año colaboran nuevas marcas comerciales, ofrecen nuevos productos sin gluten, hay mas servicios especializados para celiacos, como Destinos Sin Gluten que nos ayuda en la difícil tarea de organizar un viaje sin gluten.
En definitiva cada año a través del Festival veo cómo vamos progresando, y como tenemos mejor calidad de vida. Algo impensable hace 30 años.
Pero lo principal sin lugar a dudas es que el Festival es una excusa perfecta para encontrarnos con viejos amigos, de los campamentos, y con nuevos celiacos que hemos ido conociendo estos años a través de los blog y las redes sociales, y que ya son parte de nuestro “club”. Así que estamos deseando que llegue el 30 Festival del Celiaco, para volver a disfrutar de un día sin gluten.
A todos nos une lo mismo, y reunirse de vez en cuando te ayuda, para no sentirte un “bicho raro” para compartir experiencias y darte cuenta que más gente como tú comparte las mismas inquietudes y preocupaciones.
¡¡Hasta el próximo festival amigos celiaquitos!!
no conocia este festival pero acabo de disfrutar solo verlo, me alegro que disfrutaras tanto y a ver si otro año podemos aparecer por alli. feliz navidad
ResponderEliminarPara mí ha sido el primer festival celiaco (hace sólo casi dos años que sé que soy celiaco) y he participado todo lo activamente que he podido. Me gustó mucho, conocí mucha gente y como estuve todo el día vendiendo entradas disfrute con la cara de los pequeños que se me acercaban y me decían "yo soy celiaco" y cuando les decía "yo también!!, se reían y miraban a su hermano (no celiaco) como diciendo: hoy el raro eres tú. jaja
ResponderEliminarJavier nos encantaría verte el próximo año!!
ResponderEliminarque razón tienes Celiaco a los treinta, cuando yo era peque me encantaba chinchar a mi hermana, y decirle que los bollos eran para mi, y que ella mirase, y por un día fuese la "rara", creo que esa es la base del Festival, sentirnos normales por un día.
Este año no hemos sido tantos, cada vez hay menos gente asociada y con esto de la crisis este año ha sido impresionante la cantidad de gente que ha faltado. Eso por no hablar de los productos, nosotros tampoco encontramos pizza ni la bolsa de Schar ni la de mana, pero eso es lo de menos. Lo fuerte fue que hubo muchisimos celiacos que se quedaron practicamente sin comer, porque no hubo suficiente comidad para todos. Ademas a las 7 de la tarde ya estaban empezando a recoger algunos stand porque la gente se iva. Es una peña. Mis hijas se lo pasaron en grande eso si, pero vi mucho desanimo entre la poquisima gente que habia. La crisis se nota en el festival y en sus organizadores y empresas.
ResponderEliminarLa verdad es que tienes razón Ana, la crisis se ha notado en el festival, no solo porque no pudimos ni probar las pizzas, ni conseguir nuestra bolsita de comida, sino porque prácticamente no había marcas comerciales, parecía mas un monopolio de Mana...
ResponderEliminarEn fin, la crisis se nota en todas partes.